Rapidshare quiere convertir a los "piratas" en "clientes" que compren películas 'online'.

El servicio promete a la industria cultural redireccionar a los "delincuentes" que se bajan archivos de forma ilegal hacia tiendas 'online'. El servicio de alojamiento Rapidshare , uno de los preferidos por los internautas para descargarse sin permiso películas y música, ha dado un giro en su estrategia. El consejo de supervisión de la firma ha decidido redireccionar a los quienes intentan bajarse sin permiso archivos protegidos por derecho de autor hacia tiendas online que vendan "legalmente" esos contenidos, ya se trate de una película, un videojuego o un álbum musical en formato MP3. Su consejero delegado, Bobby Chang, ha remitido un correo electrónico a varios responsables de la industria cultural donde asegura que van a colaborar activamente tanto para perseguir a los usuarios que suben a sus servidores archivos protegidos -los llamados uploaders- como a aquellos que se los descargan, según ha desvelado la web TorrentFreak, especializada en descargas,